El TAO es un concepto metafísico originario del taoísmo, aunque también se usa ampliamente en el confucionismo y el budismo chan (zen en japonés) y en la religión y la filosofía china.
La palabra en sí puede traducirse literalmente por el camino, la vía, o la ruta, o también por el método o la doctrina.
En el taoísmo se refiere a la esencia primordial o al aspecto fundamental del Universo; es el orden natural de la existencia, que en realidad no puede ser nombrado, en contraste con las incontables cosas «nombrables» en las que se manifiesta.
En japonés se le llama Dō. Hay un flujo en el Universo que se llama Dao, o Tao. El Dao fluye lentamente, pero nunca para y es increíblemente poderoso, manteniendo las cosas del Universo en orden y equilibrio. Se manifiesta a través de cambios de estaciones, ciclos vitales o mutaciones de poder u orden.